El espíritu de la verdad – por Joy Foster

El espiritu de la verdad por Joy Foster

Mentir está en la lista de las 6 cosas que Dios odia (Proverbios 6:16-17). ¿Alguna vez has tratado con un mentiroso patológico? Un mentiroso patológico se define como alguien que no tiene control sobre sus mentiras. Si bien muchas personas dicen mentiras ocasionales, esta es alguien que miente constantemente y casi sin darse cuenta de que está mintiendo. Debo confesar que no era muy bueno para las citas. Parecía atraer a los candidatos menos calificados y hubo una eliminación necesaria de aquellos que no estaban bien preparados. Durante este proceso, me encontré con muchos mentirosos. El Espíritu Santo nunca dejó de revelarme su carácter. Aquí están algunos ejemplos:

En una ocasión, alguien tuvo toda una conversación por teléfono frente a mí. Dijo que estaba hablando con su propietario actual. El número de teléfono del arrendador estaba publicado en la ventana cuando estaba en proceso de mudarse. Me sentí guiado a llamar al propietario y hacerle una pregunta. Cuando llamé, el propietario dijo que no había hablado con él en bastante tiempo. Hizo una actuación bastante convincente hablando por teléfono sin nadie al otro lado 😊

En otra ocasión, alguien me dijo que no se sentía bien y que iba a tomar un poco de Nyquil y acostarse temprano. Expresé mi simpatía y terminé la llamada. Cuando salía del trabajo esa noche, sentí que el Espíritu Santo me decía que pasara por su apartamento. No soy un acosador, y esto me pareció una actividad de acosador 😊 Sin embargo, el Espíritu Santo insistió. Cuando llegué, me sorprendió verlo salir de su auto vestido de punta en blanco (como se suele decir). No parecía enfermo. De hecho, pensé que se veía bastante elegante 😊.

También tuve a alguien que quería salir conmigo y me dijo que su padre tenía su propio avión y piloto. Dijo que podíamos ir de viaje, pero el piloto estaba de vacaciones. Sabía que estaba en el proceso de comprar un vehículo y se ofreció a ayudarme con el pago inicial (que no tenía). Escribió un cheque por $1,500. Dejó el beneficiario en blanco para que pudiera usarlo como pago inicial, directo al concesionario. Lo adivinaste; el cheque estaba engomado 😊 Rebotó no una sino dos veces, después de que se lo di al concesionario de autos. Fue por la gracia de Dios que no me acusaron de fraude. Curiosamente, me permitieron quedarme con el auto y compensar la diferencia en el pago inicial con el tiempo. Ese fue el favor de Dios.

Las “mentiras piadosas” siguen siendo mentiras. Aquí es cuando le decimos a alguien que se ve genial aunque nos preguntemos cuándo fue la última vez, que durmió bien 😊 No debemos decir mentiras diseñadas para halagar a alguien, especialmente cuando no son solicitadas. Tampoco tienes que insultarlos, simplemente no puedes comentar.

Tenemos al Espíritu Santo viviendo en nosotros. Él no miente. Él también nos guiará a toda la verdad; solo tenemos que escucharlo y seguirlo.

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